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Tu jardín

Una ofrenda para sembrar instantes luminosos en semillas de luz de llanto y canto Arcoiris que pinta sus colores en la gama inconsutil de la espera que puso pinceladas de matices y se puso a esperar que  florecieran Un toque aquí de azul como en los sueños un matiz más allá de rojo o sangre Un verde retoñar como en los brotes que darán hoja flor o rama dura Color de amor  con fuerza de espèranza y toques de amarillo zahorí Si el jardín tiene  luz tiene colores los puso el arcoiris para tí y si tiene colores tiene aromas se los dió la violeta y el jazmín O los dejó en el aire el tucusito al saber los secretos del jardín y volar a contarlos dulcemente Así la brisa  te los cuenta a tí Arcoiris del aire y de la nube Arcoiris del agua Mágico cinturón de la montaña Juego de llama y sol oara tu gozo Te recuerdo danzando allá en la grama interpretando aquella melodía del Arcoiiris que quedó prendido en aquel surtidor una m...

Espejo

En el agua de un riachuelo vio su magen reflejada un bonito mocosuelo delimia y clara mirada El no concia el espejo adminículo de damas y un niñito como él creyó que en el agua estaba Sacó la lengua el chicuelo Sacóla el otro también Cogió una piedra del suelo La tiró en un santiamén Creyendo que aquel chiquillo le iba a dar una pedrada salió corriendo el muy pillo lanzando una carcajada

Mis Dedos son espigas

Mis dedos son espigas que al viento se desgranan en poemas feraces que a la tierra engalanan Al aire al sol al agua y también a la flama Un poema es un canto de mi alma ensoñada un dar a luz eterno Sin tiempo Sin distancia Es soñar melodías que entretejen nostalgias embarazar recuerdos parirlos desde el alma en divagancia fértil De juglería amada Feraz amanecida con suerte incorporada Sentada a la ventana al fin sin celosías donde el sol me acompaña y soñar que mis noches son todas enlunadas y el amor es ofrenda de tu piel en fragancia de tu piel que es arrullo de tu ser en la danza del sentir sin saberlo del saberlo sin pausas de tu Yo Soy tan tuyo que es regalo y es calma Es compartir tu savia Regocijo del darse Un regalo del alma  

Z con Z

  Desde que te conocí supe que tienes un morral como yo, que nos identifica; Te sientas en una piedra de tu camino, lo abres y... te encuentras. Cuando eso ocurre, te yergues y arrancas en Fa, para seguir buscando.    Igualmente se que tienes tu Cofre del Tesoro y muchas noches de luna te han visto en la playa frente al mar, sentada, contemplando el ir y venir de las olas suaves empapando la arena para intercambiar su tibieza solar con su marinería salada ensolada y enlunada.    Miras el lucero en ese cielo sin nubes y abres tu Cofre del Tesoro, diferente a tu morral ¡Tú sabes lo que contiene! ¡De eso te nutres!     Al abrirlo, el perfume conocido te envuelve, mezclado con su madera, y el aroma es de frutas que tú amas, de flores, que tú conoces, de esencias, que tú sueñas, ellas te recrean, te envuelven. Detienen el tiempo y tu mente para hablarte, para sugerirte o simplemente   para mimarte y que te...

El Cardo (Oda a la prosa de Gabriela Mistral)

Teñia dieciocho años. escribia cosas, según te he contado, con el que fue mi amigo del alma y nos casó Juan Francisco Hernandez, estudiante de semnario y fungía de Tio Perejil, representaba al de la foto de un viejito y asi se llamaba la `pagina de La Religion, periódico de Monseñor Pellin frente a la Plaza Bolivar y yo en San José de Tarbes en Carmelitas y después en El Paraiso En esa época leí una prosa de Gabriela Mistral sobre la Flor del Cardo, que por estar en los caminos vió a Jesus de Nazareth E padre Hernandez lo publicó con un título que me hizo tilin por mi cortísima edad dieciocha años y mi montuneria : "Ha nacido una poetisa"       Un jardín oriental en que natura volcó sus fuerzas todas en concento polícromo trocose en hermosura, de todos los vergeles el portento   El lirio, la camelia, el heliotropo la inocente azucena y el jazmín, el blanco nardo de perfume ignoto y el ardiente clavel color carmín ...