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Espejo

En el agua de un riachuelo vio su magen reflejada un bonito mocosuelo delimia y clara mirada El no concia el espejo adminículo de damas y un niñito como él creyó que en el agua estaba Sacó la lengua el chicuelo Sacóla el otro también Cogió una piedra del suelo La tiró en un santiamén Creyendo que aquel chiquillo le iba a dar una pedrada salió corriendo el muy pillo lanzando una carcajada

Mis Dedos son espigas

Mis dedos son espigas que al viento se desgranan en poemas feraces que a la tierra engalanan Al aire al sol al agua y también a la flama Un poema es un canto de mi alma ensoñada un dar a luz eterno Sin tiempo Sin distancia Es soñar melodías que entretejen nostalgias embarazar recuerdos parirlos desde el alma en divagancia fértil De juglería amada Feraz amanecida con suerte incorporada Sentada a la ventana al fin sin celosías donde el sol me acompaña y soñar que mis noches son todas enlunadas y el amor es ofrenda de tu piel en fragancia de tu piel que es arrullo de tu ser en la danza del sentir sin saberlo del saberlo sin pausas de tu Yo Soy tan tuyo que es regalo y es calma Es compartir tu savia Regocijo del darse Un regalo del alma  

El Cardo (Oda a la prosa de Gabriela Mistral)

Teñia dieciocho años. escribia cosas, según te he contado, con el que fue mi amigo del alma y nos casó Juan Francisco Hernandez, estudiante de semnario y fungía de Tio Perejil, representaba al de la foto de un viejito y asi se llamaba la `pagina de La Religion, periódico de Monseñor Pellin frente a la Plaza Bolivar y yo en San José de Tarbes en Carmelitas y después en El Paraiso En esa época leí una prosa de Gabriela Mistral sobre la Flor del Cardo, que por estar en los caminos vió a Jesus de Nazareth E padre Hernandez lo publicó con un título que me hizo tilin por mi cortísima edad dieciocha años y mi montuneria : "Ha nacido una poetisa"       Un jardín oriental en que natura volcó sus fuerzas todas en concento polícromo trocose en hermosura, de todos los vergeles el portento   El lirio, la camelia, el heliotropo la inocente azucena y el jazmín, el blanco nardo de perfume ignoto y el ardiente clavel color carmín ...

Hijos

La vida de los hijos, nuestra vida, que se prolonga siempre en la distancia porque reparte gérmenes de vida en cuevas, en cavernas, en galaxias. pareja cro-magnón que con su cría, sirvió de testimonio de la historia. Pithecantropus-niño, nuevo padre de otro pithecantropus milenario, que supo de la lucha, de los riesgos y transmitió la esencia de la herencia en ese aprendizaje solitario que hizo del hombre el vencedor del mundo, porque venció en sí mismo las pasiones y dominó las fieras y los árboles y conoció el rigor de las tormentas y protegió su cría paso a paso, para hacerla llegar hasta nosotros, hasta ti, que comienzas y repites lo que un hombre intentó, para legarlo. Sólo el hombre relata lo que existe, porque tiene memoria para el canto. Sólo el hombre corrige mientras vive, porque tiene conciencia, con su llanto adquiere sentimiento de tristeza, adquiere, con su risa, sentido...